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El auge del humor gráfico en la Perestroika

Mar, 01/04/2003 - 19:44
Autor: S.Zinkovski. "Komsomólskaia pravda", 1990

Por Galina Lukiánina

En la época de “estancamiento” en Rusia existió el folclore lúdico, anécdotas brillantes, canciones, parodias a los eslóganes oficiales. En cambio, lo lúdico en el arte gráfico se reducía al guiño de los pintores de underground que eran conocidos sólo en círculos muy reducidos y a la sonrisa “políticamente correcta” del humor oficial. En el campo del humor gráfico había temas contados de los que se exprimieron todas las combinaciones posibles así que los dibujos resultaban ya artificiales y sosos. Los temas “satíricos” (a diferencia de los “humorísticos” absolutamente inofensivos) tocaban vicios morales y defectos sociales que eran reconocidos por el poder, aunque naturalmente, de manera muy suave.

La perestroika dio un empujón al humor gráfico y lo sacó de su sueño letárgico. ¿Cuál fue la razón de este auge? Todos: la libertad de expresión que creó la perestroika, la línea democrática de la prensa, el hecho de que los periódicos abrieran sus puertas a dibujantes no profesionales; la ruptura de la vida cotidiana normal que generó situaciones y relaciones extrañas, hizo a la gente contemplar la realidad con nuevos ojos. Testimonio de este asombro total son los numerosos dibujos que se refieren al manicomio como una metáfora de la vida del país.

Textos: Clínica psiquiátrica. ¡Abrir! Autor: I. Turuchko, publicado en "Komsomólskaia Pravda", 1992

Textos: "Clínica psiquiátrica". "¡Abrir!.." Autor: I. Turuchko, publicado en "Komsomólskaia Pravda", 1992

Este desconcierto de la vida cotidiana se componía de muchas cosas que también inspiraron a los dibujantes. En la vida real estas cosas resultaban desagradables y sin embargo causaban risa. La perestroika (más o menos desde 1985 hasta 1991) fue un tiempo breve en el que la gente estuvo dispuesta a soportar los apuros de la vida cotidiana riendo porque en general, esperaban cambios positivos.

Las nuevas circunstancias eran duras pero a la vez –parece un sacrilegio decirlo– divertidas. Los temas más populares eran: el racionamiento y la escasez, la inflación, las colas, la falta de productos más elementales. He aquí un retrato colectivo de los rusos de la época de la perestroika:

"Se necesitan espías pra trabajar en el territorio de los Estados Unidos"
¿Quién es el último? - Alguien de los mohicanos

Dibujo 1 encima de estas líneas: "Se necesitan espías pra trabajar en el territorio de los Estados Unidos". [Se refiere a que había que ser muy astuto y listo para conseguir en las tiempos de aquella época los productos de alimentación y de uso cotidiano] Autor: V. Dúbov, "Literatúrnaia Gazeta"; 1992
Dibujo 2: - ¿Quién es el último? - Alguien de los mohicanos. Autor: A. Puchkaniov, "Komsomólskaia Pravda", 1991

Por cierto, las colas siempre eran algo común en la vida soviética pero era un tema tabú para los caricaturistas. Ahora se tomaron la revancha.

Aparecieron temas nuevos, no conocidos antes, por lo menos en tal escala: la prostitución, el terrorismo, la ayuda humanitaria, la destrucción de la URSS, etc. Pero sin duda, la falta de alimentos era el tema estrella:

"Alimentación". Autor: M. Lárichev, "Izvestia", 1991
- Dos chicles, por favor. Autor: V. Nenashev, "Izvestia", 1992
"-¿Vas a ser la terecera?" "Panadería". Autor: S. Dúdchenko,"Izvestia", 1992

Dibujo 1 encima de estas líneas: "Alimentación". Autor: M. Lárichev, "Izvestia", 1991
Dibujo 2: "- Dos chicles, por favor". Autor: V. Nenashev, "Izvestia", 1992
Dibujo 3: "-¿Vas a ser la terecera?" "Panadería". Autor: S. Dúdchenko,"Izvestia", 1992

Ese último dibujo merece un pequeño comentario. En Rusia siempre se suele compartir una botella de vodka entre tres personas, lo que es ideal por la cantidad y el precio. Tres amantes de vodka han sido personajes frecuentes del humor gráfico soviético y ruso (el alcoholismo se consideraba un pequeño vicio, una debilidad perdonable). Por otro lado el enemigo principal del alcoholismo en estas caricaturas siempre era la mujer (otro argumento recurrente: la vuelta de un borracho a su casa y el recibimiento que le tributa la mujer furiosa). En el dibujo dos ancianas dicen a la tercera la frase clave de la borrachería rusa: ¿Vas a ser la tercera? Pero en este caso se trata de compartir una barra de pan. Se sabe que los ancianos sufren más que nadie debido a sus pensiones míseras.

No es por tanto extraño que la comida (no el coche ni el móvil) se hizo en el humor gráfico un símbolo de Prosperidad. En los dibujos de aquel entonces podemos ver un dilema simple (por no decir primitivo) que formuló el sentido común de la época: “Ideología-Prosperidad”.

Me atrevo a decir que el objetivo de la perestroika desde el punto de vista de la mayoría aplastante de los rusos se expresó bastante exactamente en el siguiente dibujo referido a los desfiles militares en la Plaza Roja, que entra dentro del género de la utopía social y con estilo “naif”. Representa una cierta síntesis entre los valores ideológicos (el Kremlin, la Plaza Roja, el desfile) y los de consumo (camiones de carne, cisternas de leche, pero ¡ojo! muchos: para todo el pueblo soviético).

Textos del dibujo de abajo: "Pan", "Leche", "Carne" (en los camiones). Autor: M. Valijmetov, "Komsomólskaia Pravda", 1989

"Pan", "Leche", "Carne" (en los camiones). Autor: M. Valijmetov, "Komsomólskaia Pravda", 1989
Autor: Dubovski. "Izvestia", 1993

En otro dibujo, más tardío, ya no vemos ninguna síntesis sino un cambio: la hoz y el martillo trocados por un pollo.

Atención, aquí no se trata de un camión de pollos, es una porción individual. Parece que bromeo y que saco conclusiones de la nada, pero no es así. Estoy casi segura que el dibujo con camiones de carne ante el mausoleo de Lenin ya no pudo aparecer en 1993 y tampoco un pollo asado en la bandera pudo ser dibujado en 1989.

Así que la idea de la comida (o de la prosperidad para que no todo sea tan cutre) venció a la ideología.

Otra cosa por la que preconizó la perestroika, si es que la preconizaba y no cayó como una avalancha de nieve por su propia cuenta, era la llamada libertad. Digo “llamada libertad” porque sus interpretaciones son muy diferentes, no por otra razón. Llegó la libertad (por lo menos así era la versión oficial). Y resultó que los dos objetivos de la perestroika –la prosperidad y la libertad para todos (porque aquel entonces sólo se pensaba en categorías generales: “el pueblo”), fueron muy poco compatibles. Pronto el dilema se transformó en “Libertad-Prosperidad” donde paradójicamente, prosperidad se refería a los tiempos soviéticos porque lo que anteriormente se consideraba escasez, en los años de la perestroika se convirtió en un ideal lejano:

-Sabes, cuanto más me apetece comer menos me apetece ser libre. Autor: V. Shílov. "Izvestia", 1991

Texto del dibujo: "-Sabes, cuanto más me apetece comer menos me apetece ser libre". Autor: V. Shílov. "Izvestia", 1991

Mientras tanto, la situación real sobre la comida (la prosperidad) era otra: unos se hicieron libres y bien alimentados y otros permanecieron hambrientos y esclavizados.

Autor: M. Zlatkovski. "Moskóvskie Nóvosti", 1991

El dibujo encima de esta líneas es uno de los pocos donde se atisba la rabia del autor, su antipatía hacia ciertos personajes, las personas a quienes ayudan sacos con dinero y cajas fuertes para alcanzar “la tarta nacional” (adornada con una figura de crema que representa uno de los símbolos del Estado soviético, la famosa escultura “El obrero y la koljoziana” de Vera Mújina) y se la dividen entre ellos.

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