Esto es lo substancial de los datos que nos envían de Sigüenza. En vista de ellos, insistimos en llamar la atención del ministro de Gracia y Justicia. Se trata de un supuesto delito que, de existir –solo se sabrá si existe o no cuando se entienda lo que el ruso declara,– se castiga con dos meses de arresto. El señor juez de Sigüenza en cumplimiento de su deber, se inhibe, y es fácil que mientras se resuelve la inhibitoria, está el ruso más tiempo en prisión que de haber sido sentenciado. Por condenado, aunque sea inocente, puede darse ya, pues si el ministro a cuya conciencia llamamos no le libra de más de dos meses de prisión preventiva.
Tiene todos sus documentos en regla, y acaso si un intérprete tradujera sus declaraciones, encontraría fiador y demostraría que no estafó, sino que pidió billete, no lo entendieron, le dieron el de andén y él lo tomó por el del recorrido. Hasta podría ser otro el delincuente.
Es una verdadera enormidad el procedimiento en uso para libertar a las omnipotentes compañías de viajeros sin billete. La prisión por deudas subsiste en España aunque limitada a las que se contraen con esas Compañías poco fáciles en cumplir sus deberes. Pero esta digresión es una bobada. Habíamos olvidado la presencia del Sr. Rodríguez Sampedro en el Gobierno.
Bobada es también irle al embajador de Rusia con la embajada de que proteja y atienda a ese su compatriota. Ya le han escrito y se ha encogido de hombros. En su patria y la mía se –dirá el digno representante del zar– lo pasaría peor; posible es que le ahorcáramos por sospechoso, y probable que le hubiera enviado papa Nicolás a la Siberia. Aunque muy parecida a Rusia, España es mucho más civilizada y clemente.
Y si no ha dicho eso el representante del zar, ha procedido como si lo pensara. Milagro será que no reclame contra la impertinencia de un juez que lleva su bondad al extremo de avisar al Consulado. Pero si a los representantes del zarismo es inútil hablarles en un lenguaje ininteligible para ellos, como lo es el ruso para los vecinos y autoridades de Sigüenza, insistimos en reclamar de la bondad del señor marqués de Figeroa, mejor persona que ministro, una resolución favorable al supuesto delincuente que, por las trazas, va a estar más tiempo preso que estuviera ya confeso de un delito que acaso no haya cometido.
[Domingo 12 de julio]
Agradecemos a Diego Moreno que “descubrió” el caso en un archivo.