La narrativa en ciertas ocasiones es un instrumento de conocimiento superior a la mera recopilación de los hechos históricos. Claro que para que esto se produzca, al contrario de lo que ocurre en la novela histórica al uso, el autor debe haber penetrado en el espíritu de la época y de los hechos que narra. Esto sin lugar a dudas es lo que ocurre con “El caso Tuláyev”, una novela histórica que disecciona de forma lúcida la realidad del estalinismo y de los procesos y purgas desencadenados por Stalin en los años 20-30 del siglo pasado. Su autor, Victor Serge, (1890-1947) no fue un escritor cualquiera, o más exactamente no fue sólo un escritor sino que formó parte de la generación que participó activamente en los procesos revolucionarios de su época. Lo que se narra en el libro es fruto de un conocimiento de primera mano de cuáles fueron las causas y los efectos de los procesos en los se liquidó a la vieja guardia bolchevique y se acabó con cualquier atisbo de pensamiento crítico en la nueva sociedad soviética. Serge, nacido en Bruselas e hijo de exiliados rusos, desde muy joven participó en las luchas revolucionarias de su tiempo. En Francia y en España escribe en los medios de prensa revolucionarios. Sus primeros escritos aparecen en “Tierra y Libertad”, órgano de prensa de los anarquistas españoles.
En 1919 se traslada a Rusia para apoyar la revolución llegando a ser editor del diario de la Internacional Comunista. Cuando se desencadenan las purgas de Stalin, es detenido y sólo gracias a la presión internacional salva su vida siendo expulsado del país. Termina sus días en México donde se exilia tras la invasión nazi de Francia donde había fijado su residencia. La novela, escrita poco antes de su muerte, se inspira en la reacción que produjo en el poder soviético el asesinato de uno de los líderes bolcheviques, Serguei Kirov. Tuláyev, el trasunto de Kirov en el libro, es un alto dirigente del partido que misteriosamente aparece asesinado. Ante este hecho se buscan chivos expiatorios y en la selección aleatoria de los que van a cumplir este papel aparecen diversos personajes representativos: un historiador, un secretario regional del partido, un disidente trotskista, un comisario político que estuvo en la guerra de España, un burócrata del comité central. Todos aparecen retratados en las páginas del libro creando una atmósfera sofocante en la que nadie está a salvo de ser sospechoso y en el que los propios verdugos pueden llegar en cualquier momento a convertirse en víctimas. Los elegidos al azar para el proceso de escarmiento al final tienen que confesar su culpabilidad y enfrentarse a un destino implacable. En la novela aparece reflejado Stalin, como “el jefe” que en un cambio de humor puede enviar a la muerte o más improbablemente, en un insólito acto de generosidad, deportar tan sólo a los procesados. Para Victor Serge, un revolucionario heterodoxo de tendencias anarquizantes, como se le ha definido, la revolución fue traicionada por Stalin y el libro quiere ser una denuncia al mundo de este hecho. Su pensamiento político se trasluce en uno de los capítulos titulado “El viaje a la derrota”, de especial interés para los lectores españoles. Allí en boca de un consejero ruso destinado a España en plena Guerra Civil, da su visión de las purgas estalinianas contra anarquistas y disidentes comunistas en la Barcelona revolucionaria asediada del 37. No en vano en esas fechas fue secuestrado y posteriormente asesinado en España por la policía de Stalin el dirigente del POUM, Andréu Nin, amigo de Victor Serge con el que compartía muchas de sus ideas políticas.
En la novela, tras un comienzo propio de novela policíaca, la muerte de Tuláyev en un atentado, se centra en cada uno de los personajes acusados de la conspiración criminal a través de los cuales el autor dibuja con maestría un fresco vivo de la época. “El caso Tuláyev”, estuvo prohibido en Rusia y sólo pudo publicarse en los años 80 en la época de la perestroika. Escrito originalmente en francés, la reciente edición en español en la editorial Alfaguara cuenta con un interesante prólogo de Susan Sontang aunque quizá sea mejor hincar el diente al texto sin intermediarios que puedan condicionar la lectura de esta apasionante novela que es al mismo tiempo un testimonio de una época.
Victor Serge. El caso Tuláyev. Alfaguara, 2007
José María Cañadas
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